Llega marzo y, como es usual, mucho se habla acerca de la lucha sobre la igualdad de género. De hecho, a nivel global se han realizado estudios que evidencian la persistencia en la brecha laboral que las mujeres siguen experimentando frente a los hombres. Por ejemplo en Colombia, y de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) para enero de 2022, la tasa de participación laboral para las mujeres fue de 50,7%; lo que reflejó que de cada 100 mujeres que están en edad de trabajar, 50 están trabajando o están buscando trabajo. Mientras tanto, de cada 100 hombres, 75 están trabajando o están buscando empleo,
La industria de la tecnología es uno de los sectores en los que más se refleja esta desigualdad. De acuerdo con Deloitte, si bien la presencia de las mujeres en las grandes empresas tecnológicas ha llegado a 33%, aumentando dos puntos en comparación con 2019, esta cifra sigue siendo baja.
Paula Casarejos, gerente de talento y cultura de Kibernum, explicó que “creemos fielmente que, para lograr el camino hacia una sociedad justa, es importante fomentar la igualdad de oportunidades de todas las personas al interior de las organizaciones. Con casi un 94% de mujeres gestionando la operación de Kibernum en Colombia, podemos ver los resultados positivos que hemos obtenido al enfocarnos en generar ambientes inclusivos y diversos, que apuntan a desarrollar estrategias participativas y exitosas para la compañía, sin pensar en el género”.
Para disminuir la brecha de género, resulta urgente comenzar a trabajar en busca de una industria más equitativa y el primer paso es desmitificar algunas falsas creencias que existen en torno a las carreras STEM y las mujeres.
- Las mujeres no saben liderar
Esta falsa creencia tiene su origen en el estereotipo de que la mujer es más vulnerable, que le cuesta sacar la voz o imponer sus ideas. No obstante, estos son conceptos del pasado y nada tienen que ver con la realidad actual. Incluso un reciente estudio de Aequales, con APOYO Consultoría (Perú) y el Centro de Estudios en Gobierno Corporativo del CESA (Colombia), demostró que la rentabilidad de las empresas aumenta con más mujeres en cargos directivos.
- Las mujeres no saben de números
Muchas niñas y mujeres frenan sus sueños por este prejuicio de que las carreras STEM están diseñadas para hombres, pero la realidad es que las matemáticas no conocen de género. Mujeres y hombres cuentan con la misma capacidad de estudiar números, aprender ingeniería o ciencia y aplicarlo en el mundo laboral.
- Las mujeres del sector no son femeninas
Cuando se habla de mujeres en ciencia y tecnología, las personas, en su mayoría, suelen desarrollar una idea falsa del género. Se cree que deben ser masculinas, vestir holgadas, e incluso usar gafas. Esto es completamente falso, una carrera no define el estilo de una persona, este se basa únicamente en la personalidad y estilo de cada persona.
- Las mujeres generan conflicto
En el pasado se consideraba que la llegada de una mujer al equipo de trabajo significaba problemas o ‘dramas’ en las jornadas laborales.. Muy por el contrario, se ha comprobado que la inclusión de las mujeres en la industria representa diversidad, mejor desempeño y permite desarrollar una capacidad de pensamiento innovador en los negocios.
- Las mujeres reciben un ingreso más bajo
Sería mentira decir que, en general, no existe una desigualdad salarial entre hombres y mujeres en el país. Sin embargo, en la industria IT se busca que esto sea diferente, e incluso, según el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC), las mujeres que ingresan al segmento digital en el mercado laboral tienen salarios más competitivos que en otras industrias.
Sin duda, a nivel laboral, la guerra de géneros no es fácil de llevar, pero en el sector tecnológico las mujeres han encontrado una oportunidad para desarrollarse y sobresalir. Además, no es un secreto que las carreras STEM se han convertido en las elegidas por las jóvenes que buscan resolver y estar a la vanguardia de los problemas del mundo real.