Innovación, originalidad y calidad en mano de obra e insumos son factores que impulsan el fortalecimiento de la industria textil colombiana, la misma que hasta 2022 representaba el 9,4 % del PIB industrial y generaba cerca de 600.000 empleos en el país. Según datos de Procolombia y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, entre enero y noviembre de ese año el sector registró exportaciones por valor de US $962,6 millones y un crecimiento del 6,5 % con respecto al mismo período de 2021.
Diferentes actores locales, muchos de ellos jóvenes, hacen parte de una apuesta creativa que, además de incrementar las cifras del mercado, lo diversifican rompiendo estereotipos y lo llevan a conquistar nuevos públicos globales.
Es el caso de Andrés Gómez y David Bernal, dos ingenieros antioqueños, amigos desde la infancia, que hace casi 5 años juntaron su conocimiento, ahorros y ganas para revolucionar esta industria satisfaciendo una de las necesidades esenciales de las personas. Andrés y David se unieron para vender comodidad.
Yeti, es un emprendimiento que en 2022 creció el 15 % con respecto al año anterior y ha comercializado más de 45.000 productos confortables que van desde prendas de vestir elaboradas con telas especiales y livianas que no solo dan calidez, sino también suavidad y holgura, hasta elementos para el descanso en el hogar.
Aprovechando el potencial de esta industria en el país, y en especial el de su departamento natal, Antioquia, donde la fabricación de productos textiles entre enero y septiembre de 2022 creció el 22,9 % frente al mismo período del año anterior, estos jóvenes se dedicaron por más de 3 meses a buscar y reunir los insumos perfectos para su propósito.
Cuenta David que “empezar no fue fácil, no conocíamos la cantidad de pasos que hay que caminar para llegar a la confección final, pero nunca paramos hasta llegar al Yeti”. Se refiere a su primera creación: un buzo oversize, doble faz y unisex se convirtió en el producto insignia que luego le abrió paso a ruanas, pijamas, chaquetas y otras prendas pensadas para grandes y pequeños, así como cobijas y cojines, que han sido adquiridos por 31.090 clientes en todo el territorio nacional.
Su estrategia de marketing y ventas ha sido impulsada por el e-commerce y su ecosistema digital. En redes sociales suman unos 150.000 seguidores y el año pasado la página web de la marca tuvo un registro de 733.532 usuarios, entre compradores y visitantes. Cifras que los impulsan a sacar adelante su meta de expansión y por las que este mes abrirán dos puntos físicos de venta en Medellín y Bogotá.
Al sueño de convertirse en la única marca que le apuesta 100 % a la comodidad se han unido 50 trabajadores, entre roles administrativos y operativos. “Cuando vemos a alguien con ganas de salir adelante, lo apoyamos sin importar su falta de experiencia pues sabemos que los procesos se la darán. Creemos en el talento colombiano y cuando crece una de las personas con las que trabajamos, sean proveedores, empleados o, incluso, nuestros clientes nos llenamos de motivación. Cuando alguien progresa, progresa el país y lo hacemos todos”, asegura Andrés.
Es ese espíritu de crecimiento el que también los ha llevado a trabajar en alianzas con firmas como DHL para llegar a mercados entre los que se encuentran, de manera inicial, México, Canadá, Estados Unidos, Perú, Argentina y Chile. Esto, teniendo en cuenta que, según datos de Inexmoda, Latinoamérica representa, aproximadamente, el 5 % del mercado de la moda mundial.
Para este año esperan ventas superiores a los $ 3.400 millones, pero además del crecimiento en comercialización, su gran apuesta sigue siendo el posicionamiento de la marca. Tal como afirman Andrés y David, “en el mundo textil hay empresas que son fuertes en cada una de las categorías y fácilmente uno puede asociar una marca con ropa deportiva y otra con prendas de cuero. Nosotros queremos que cuando se hable de comodidad, se hable de Yeti”.