El cierre de año estuvo marcado por una inflación del 13,12% que obligó al Banco Central mantener una política monetaria a la par, y con el fin de contrarrestar su alza, llevó a las tasas de interés al 12%, siendo una de las más altas en más de 20 años de historia. Esto, por supuesto, provocó un incremento en los créditos hipotecarios, que dependiendo de la entidad bancaria y el tipo de inmueble, están actualmente oscilando entre un 12,40% y el 20,85% efectivo anual (E.A.).
Esto ha provocado que muchos colombianos piensen dos veces antes de comprar una vivienda y, por lo tanto, varios de los análisis de diferentes expertos en el sector inmobiliario apuntan a que se va a frenar el crecimiento de venta de vivienda en sus diferentes categorías.
“Puesto que la inflación es superior al 13% y las tasas de interés se elevaron tanto, el arrendamiento se convierte en una estrategia útil que deberían tener en cuenta la mayoría de personas que están vendiendo su inmueble. Al pasar de la venta al arriendo se cubren gastos como los de los servicios públicos, los impuestos, la administración y se rentabiliza el espacio mientras la situación macroeconómica se normaliza”, explica Laura Camargo, CEO y cofundadora de Brikss, la plataforma inmobiliaria digital especializada en la venta, arriendo y administración de propiedades en Bogotá y Medellín.
Hay que tener en cuenta que más del 35% de las viviendas en el país están alquiladas, lo que representa una cifra aproximada a 17 millones de personas, un dato positivo que genera que el mercado de los arriendos ascienda a $27,12 billones cada año, según datos de Federacion Colombiana de Lonjas de propiedad Raíz (Fedelonjas).
Hay que añadir que según lo establecido por la Ley 820 de 2003, en el artículo 20, cada doce meses de ejecución del contrato, el arrendador podrá incrementar el canon hasta en una proporción que no sea superior al 100% del incremento que haya tenido el índice de precios al consumidor en el año anterior. Teniendo en cuenta los índices de inflación, podemos señalar que los contratos de alquiler se ubicó en 13,12%, por lo tanto, para aquellos que estaban pagando un millón de pesos, deberían llegar a pagar en el 2023 un aproximado al $1.321.000.
Según la experta inmobiliaria de Brikss, el arriendo es una “renta recurrente y estable, que ofrece un amplio espectro de clientes, con diferentes posibilidades de negocio, por lo que se convierte en una estrategia ganadora para el 2023”.
Sus consejos para que los propietarios pasen de la venta a la renta comienza por entender muy bien cuánto es el promedio del valor de arriendo de la zona en donde está ubicado el inmueble, para así establecer el espectro de clientes y generar una oferta competitiva.
“Es necesario comprender que, si bien el valor en la zona o la región puede no ser lo que se espera, es preferible aceptarla, pues tener uno o dos meses sin arriendo genera mayores gastos. Por lo tanto, siempre será mejor arrendar por un canon menor pero más rápido, que por uno mayor y más demorado”, agrega.
Adicional, es importante que tenga en cuenta como entrega el inmueble, ya que puede sufrir daños por parte del arrendatario en el corto o mediano plazo. Para esto, es importante identificar las condiciones de cada espacio, para que la vivienda sea devuelta en óptimas condiciones.
Por otro lado, aunque es normal que el contrato de arrendamiento suele hacerse mínimo a un año, se puede consensuar la duración del inquilino por menos tiempo, un hecho que le servirá si los planes aún son el poder vender el inmueble en pocos años.
Por último, y una gran recomendación es tener asesoría para el tema de contratación, y también, aprovechar de las nuevas tecnologías para agilizar el proceso de ocupación del inmueble. “Aunque el modelo tradicional de agendar una visita y llenar formularios se sigue dando, el desarrollo digital hace que los clientes, y sobre todo los extranjeros, tomen decisiones más rápidas e informadas, con lo que aumenta la tasa de renta”, explica Laura Camargo.
A modo de ejemplo, en el proceso de arrendamiento, Brikss suele ofrecer desde un tour virtual 360 hasta la firma digital, sin filas, sin papeleo, con aprobaciones rápidas y eficientes y sin estudios complejos. Algo que servirá mucho para mover el inmueble más rápido dentro del mercado, maximizar la rentabilidad de la inversión de los propietarios de inmuebles.
La renta, por lo tanto, se convierte, así, en una opción válida para enfrentar los retos del sector inmobiliario en un año en que se presenten vientos de incertidumbre en el mercado.